Les enseñamos a comer rico y sano, por que una buena alimentación permite a los niños desarrollar capacidades fundamentales como el crecimiento físico, huesos y músculos fuertes, un desarrollo cognitivo mejorado para el aprendizaje y la memoria, un sistema inmunológico robusto que previene enfermedades. También establece hábitos saludables para el futuro, promueve un peso adecuado y reduce el riesgo de enfermedades crónicas en la adultez, como la diabetes o problemas cardíacos.